Ph.D. en Escritura Creativa
Now, let me tell you, Diomides. I think it´s crazy for us to fire everything we leave behind; after all, the enemy won´t be able to destroy and burn everything. It´s not as though he can dry out the earth the way frost dries out fish. On the contrary, the more we leave behind and the longer it takes for the enemy to destroy, the more hope we have that at least something of us will remain after we´re gone. That´s why we should not burn and destroy. We should build, even now. Indeed, we are builders. We have been given unusual marble to build with: hours, days, and years, with sleep and wine as the mortar. Woe unto him whose copper devours the gold in his pouch, or whose nights swallow up the days.
Siempre he creído en la capacidad crítica de la escritura. Las interacciones con el lenguaje son interacciones con las relaciones de poder imperantes, ya sea para confirmarlas o ya —como lo persigo desde que empecé a escribir— para cuestionar el estado de las cosas. No hay, luego entonces, proyectos de escritura inocentes o neutrales. Iniciar un doctorado en Escritura Creativa en Español en los Estados Unidos de hoy —un país en que la retórica violenta del candidato republicano a la presidencia ha normalizado el discurso contra la inmigración y, especialmente, contra el español— es, en efecto, una postura a la vez estética, ética, y política. Me llena de gusto que sea en la Universidad de Houston —mi alma mater, por otra parte— donde se llevará a cabo el primer doctorado en Escritura Creativa en español que se abre en los Estados Unidos.
Hace ya algunos años que una transformación sutil pero importante se llevó a cabo entre los escritores de habla hispana. El perfil tradicional que enfrentaba a la creación contra la academia, mostrándolos como los proverbiales agua y aceite de la producción cultural, se fue debilitando para dar lugar a escritores cada vez menos temerosos de admitir su uso e, incluso, su gusto por la teoría o por lecturas no necesariamente limitadas al campo de lo literario. A diferencia de los escritores de las clases altas que se educaban en bibliotecas privadas y que nunca tuvieron que someterse a la evaluación de sus colegas en comités universitarios, una amplia gama de escritores de las clases medias y populares (entre las cuales me cuento) tuvo acceso a libros y foros culturales en los ámbitos universitarios. Su crítica ante las estructuras verticales de la academia (que en mucho derivan de las estructuras verticales de la sociedad entera) no ha dejado de reconocer, así, la riqueza de los diálogos abiertos y relaciones entre iguales que también prosperan en los ámbitos universitarios. Muchos casos comprueban que, después de todo, es posible escribir obra creativa en español —y también en inglés— mientras se desarrolla una carrera académica en EUA. Los departamentos de español en sus varias denominaciones—de Estudios Hispánicos, de Lenguas Romances, de Español y Portugués, de Lenguas Modernas, etc.—se fueron convirtiendo poco a poco en el puente que unió a dos posiciones que fueron pareciendo así cada vez menos antitéticas.
La Universidad de Houston —una de las Hispanic Serving Institutions del estado de Texas, es decir, una institución con el compromiso de servir a la creciente población hispana o latina que vive en los Estados Unidos— no sólo cuenta con un gran número de estudiantes hispanos —ya sea nacidos en Estados Unidos o migrantes desde distintos puntos de América Latina o España— sino que también ha desplegado un interés a la vez necesario e inusual por apoyar proyectos que vinculen a la universidad con las comunidades a las que debe su existencia misma. Fue ahí, en todo caso, donde encontré una escucha generosa para un proyecto que he ido fraguando desde hace años: la creación de un doctorado en escritura creativa en español en los Estados Unidos.
Existen otros programas de Maestría en Escritura Creativa (MFA´s) en español pero ninguno hasta ahora capaz de otorgar el grado de doctorado por estudios que combinen tanto el análisis literario como la escritura creativa. La UH será la primera, pero, con suerte y recursos, no la única. Son varias las razones por las que un programa de este tipo ha encontrado una casa idónea en la Universidad de Houston. Primeramente, UH cuenta ya con un doctorado en Estudios Hispánicos —con especialidades en literatura y lingüística, y ahora con: escritura creativa en español—y con una planta de profesores que, en algunos casos, combinan ya de manera central su labor de crítica y de análisis con la creación literaria, tal es el caso de Rodrigo Hasbún, escritor y crítico así como el crítico, poeta y traductor Roberto Tejada (desde el departamento de inglés). También colaboran profesores en el área de literatura que se enfocan en las reescrituras medievales peninsulares, como es María Elena Soliño o escrituras coloniales como lo hace Guillermo de los Reyes que también aporta su perspectiva teórica desde los estudios de género y la teoría queer.
La apertura a la escritura creativa en español responde también así a las necesidades internas de un programa atento a los cambios demográficos en la comunidad hispana y a cambios de perfil entre el gremio de escritores. Hay que decir que en el Departamento de Inglés, e incluso en el MFA en Escritura Creativa de UH, hay escritores bilingües que pueden hacer el cruce de ida y vuelta entre el inglés y el español. Finalmente, la Universidad de Houston es la casa donde ha crecido desde hace mucho la editorial Arte Público Press como el importantísimo proyecto Recovering the US Hispanic Literary Heritage, dirigidos ambos por Nicolás Kanellos. La tradición y el prestigio del MFA y el PhD en escritura creativa en inglés no sólo se fincaron en la presencia de escritores de la talla de Donald Barthelme o Edward Albee o, más recientemente, de Claudia Rankine o Rubén Martínez, sino también en la publicación de la revista Gulf Coast: A Journal of Literature and Fine Arts, en la que, una vez más, la traducción ocupa un puesto importante. Por si esto fuera poco, la UH está ubicada en la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos —con una población hispana de gran diversidad que incluye por igual a mexicanos, centroamericanos y cubanos—, que además cuenta con un sistema pujante de museos y otras instituciones culturales dedicadas al estudio y promoción del arte latinoamericano.
El español en América Latina es, sin duda, una lengua dominante que con frecuencia ha ocultado el carácter multilingüe de la región. Pero la naturaleza de ese español no es la misma una vez que cruza la frontera con y a través de los cuerpos de tantos trabajadores, muchos de ellos indocumentados. Un programa abocado a la producción de escrituras en español no estaría completo sin la justa atención a la escritura en otras lenguas practicadas en la región y, por eso, apartamos ya desde el inicio los veranos para la instrucción en mixe (por ahora). Tampoco nos dejamos engañar: para muchos de los bilingües contemporáneos que vivimos en los Estados Unidos, el español y el inglés van de la mano en nuestras vidas privadas y públicas. No hay razón alguna para que ese cruce constante, volátil, generativo, no forme parte también de la producción escritural de esos autores que, sin duda, serán los autores del siglo XXI.
Dicen que el entusiasmo genuino es difícil ocultar (lo mismo se dice del amor). Y no estoy tratando siquiera de hacerlo. Mi entusiasmo por este programa es, por supuesto, real y tiene volumen, peso. Como el narrador que habla con Diomides en esa maravillosa novela que escribió Milorad Pavic con la que inicio este escrito, me anima el deseo de construir. Somos constructores. Entre más construyamos, al enemigo le resultará más difícil destruir lo que somos, lo que hemos sido. Y el enemigo, tal como nos prevenía Benjamin hace tanto tiempo, no ha dejado de dar la batalla y, en muchas ocasiones, de triunfar. Tenemos, sin embargo, este mármol inusual para construir lo que seremos: las horas y los días, los años, nuestra misma cercanía, nuestros afectos mutuos, nuestra comunidad. Si creen que este texto es una invitación para que soliciten un lugar en este proyecto, no están equivocados. Este texto es una invitación para que todos ustedes, escritores del mundo de habla hispana tanto dentro como fuera de los Estados Unidos, soliciten y, al solicitar, construyan, un lugar en este proyecto. Son todos ustedes muy bienvenidos.
Cristina Rivera Garza, PhD
M.D. Anderson Professor of Hispanic Studies and Creative Writing
University of Houston